El
magnesio, como la magnetita y el manganeso, debe su nombre a la
palabra griega Magnesia, un topónimo derivado de las tribus
conocidas como Magnetes. Los médicos y terapeutas han prestado
escasa atención a este elemento crucial, que es uno de los minerales
más importantes para todos los organismos vivos.
El
magnesio tiene un efecto relajante, anti-oxidante y anti-inflamatorio
en nuestro organismo. Es crítico para los procesos metabólicos, el
crecimiento celular y la reproducción y está involucrado en cientos
de procesos enzimáticos que afectan todos los aspectos de la vida.
No sólo es esencial para mantener una buena salud, sino también
para la desintoxicación y el tratamiento de numerosas enfermedades.
Desafortunadamente,
el magnesio es uno de los minerales más agotados en nuestro suelo.
De hecho, un documento del Senado de los EE.UU. de 1936 declaró que
las frutas y verduras que se plantaban en millones de acres de tierra
ya no contenían suficientes cantidades de ciertos minerales
haciendo, por lo tanto, que la población pasara hambre de sus
efectos nutritivos, sin importar lo mucho que comieran.
Mientras
que algunos alimentos están enriquecidos con calcio y vitaminas, el
magnesio es usualmente ignorado. Investigadores encontraron que la
cantidad diaria recomendada de magnesio es insuficiente para prevenir
la deficiencia de magnesio. Además, los medicamentos como los
analgésicos, antibióticos, diuréticos, antidepresivos y otros,
agotan todavía más el magnesio y otros nutrientes vitales para
nuestro cuerpo, empeorando los síntomas por los que fueron
prescritos en el primer lugar. Las situaciones de estrés como la
cirugía, las lesiones, la desnutrición, las enfermedades y el
estrés psicológico también aumentan nuestras necesidades diarias
de este importante mineral. Esto se traduce en un problema de
deficiencia de magnesio muy esparcido entre la población, lo que
provoca o contribuye a numerosas enfermedades como las enfermedades
degenerativas crónicas:
Ansiedad
y ataques de pánico. El magnesio ayuda a mantener las hormonas del
estrés suprarrenales bajo control.
Asma.
Tanto la producción de histamina y los espasmos bronquiales aumentan
con la deficiencia de magnesio.
Coágulos
de sangre. El magnesio juega un papel importante en la prevención de
coágulos de sangre y disminuir el espesor de la sangre sin ningún
tipo de efectos secundarios.
Enfermedades
intestinales. La deficiencia de magnesio enlentece al intestino,
provocando estreñimiento, lo que podría conducir a la colitis, la
toxicidad y la mala absorción de nutrientes.
Cistitis.
Espasmos en la vejiga empeoran por la deficiencia de magnesio.
Depresión.
La serotonina, que eleva el estado de ánimo, es dependiente del
magnesio. Un cerebro deficiente de magnesio también es más
susceptible a los alérgenos, sustancias extrañas que, en casos
raros puede causar síntomas similares a la enfermedad mental.
Desintoxicación.
El magnesio es crucial para la eliminación de sustancias tóxicas y
metales pesados del cuerpo, como el aluminio y el plomo.
Diabetes.
El magnesio aumenta la secreción de insulina, lo que facilita el
metabolismo del azúcar. Sin el magnesio, la insulina no es capaz de
transferir la glucosa a las células. La glucosa y la insulina se
acumulan en la sangre, causando diversos tipos de daños en los
tejidos.
Fatiga.
Pacientes con deficiencia de magnesio comúnmente experimentan fatiga
debido a que docenas de sistemas enzimáticos están en bajo
funcionamiento. Un síntoma temprano de la deficiencia de magnesio es
la fatiga.
Enfermedades
del corazón. La deficiencia de magnesio es común en personas con
enfermedades del corazón. El magnesio se administra en los
hospitales para infartos agudos del miocardio y arritmia cardiaca. Al
igual que cualquier otro músculo, el corazón necesita magnesio. El
magnesio también se usa para tratar la angina de pecho, o dolor en
el pecho.
Hipertensión.
Con insuficiente magnesio, los vasos sanguíneos pueden ir al espasmo
y el colesterol puede aumentar, los cuales llevan a problemas de
presión arterial.
Hipoglucemia. El magnesio mantiene la
insulina bajo control, sin magnesio, se pueden dar episodios de baja
azúcar en la sangre.
Insomnio.
La producción de melatonina, regulador del sueño, se altera con
magnesio insuficiente.
Enfermedad
renal. La deficiencia de magnesio contribuye a la insuficiencia renal
aterosclerótica. La deficiencia de magnesio crea niveles anormales
de lípidos y el empeoramiento del control de azúcar en la sangre en
pacientes con trasplante renal.
Migraña.
Equilibrio de serotonina es dependiente del magnesio. La deficiencia
de la serotonina puede dar lugar a dolores de cabeza de migrañas y
depresión.
Afecciones
musculoesqueléticas. La fibrositis, la fibromialgia, los espasmos
musculares, las contracciones oculares, calambres y el dolor crónico
de cuello y espalda, pueden ser causado por la deficiencia de
magnesio y se pueden aliviar con suplementos de magnesio.
Problemas
nerviosos. El magnesio alivia trastornos nerviosos periféricos en
todo el cuerpo, tales como dolores de cabeza, contracciones
musculares, espasmos gastrointestinales y calambres de pantorrilla,
pie y dedos del pie. También se utiliza en el tratamiento del
sistema nervioso central del vértigo y confusión.
Problemas
obstétricos y ginecológicos. El magnesio ayuda a prevenir el
síndrome premenstrual y la dismenorrea (dolor durante la
menstruación). Es importante en el tratamiento de la infertilidad, y
alivia las contracciones prematuras, preeclampsia y eclampsia durante
el embarazo. El magnesio intravenoso se da en las salas de
obstetricia para la hipertensión inducida por el embarazo y para
disminuir el riesgo de parálisis cerebral y el síndrome de muerte
súbita infantil (SIDS). El magnesio debe ser un complemento
necesario para las mujeres embarazadas.
Osteoporosis.
El uso de calcio con vitamina D para mejorar la absorción de calcio,
sin balancear la cantidad de magnesio, causa una deficiencia de
magnesio adicional que desencadena una cascada de eventos que
conducen a la pérdida ósea.
Síndrome
de Raynaud. El magnesio ayuda a relajar los vasos sanguíneos
espásticos que causan dolor y entumecimiento de los dedos.
[Carolyn
Dean, M. D., N.D. El milagro del magnesio [The Magnesium Miracle].
New York: Ballantine Books, 2007]
Corregir
la deficiencia de magnesio proporciona un alivio en estas y otras
condiciones demasiado numerosas para enumerar en este artículo.
Las
pruebas séricas (de sangre) estándar son inútiles en la detección
de deficiencia de magnesio, ya que menos del 1% del magnesio total de
nuestro cuerpo se puede medir en la sangre. Desafortunadamente, los
médicos confían en esta prueba a pesar de que el magnesio debe
medirse en el trabajo dentro de las células y tejidos con pruebas
muy específicas. Para la persona promedio, la mejor manera de
diagnosticar la deficiencia de magnesio es simplemente suplementarse
por lo menos un par de meses para ver si se alivian los síntomas.
En
condiciones ideales, necesitamos aproximadamente 300 mg de magnesio
para compensar las pérdidas diarias. Si usted está bajo estrés
suave a moderado - enfermedades físicas o psicológicas, daño
físico, esfuerzo deportivo, o estrés emocional - sus requerimientos
de magnesio aumentan. Los alimentos ricos en magnesio, con un perfil
relativamente bajo de sensibilidad, incluyen las legumbres
fermentadas (por ejemplo, frijoles) y verduras verdes orgánicas.
Puesto que una buena dieta promedio puede suministrar alrededor de
250 mg, de los cuales sólo la mitad es absorbido, los investigadores
creen que la mayoría de personas se beneficiarían de los
suplementos de magnesio. De lo contrario, los tejidos del cuerpo se
tienen que descompensar para suministrar este mineral esencial.
Para
beneficiarse de los suplementos de magnesio, tome magnesio quelado
(unido a los aminoácidos orgánicos) para una máxima absorción: el
citrato de magnesio, malato, orotato, taurato o glicinato de
magnesio. No use óxido de magnesio, ya que es básicamente un
laxante. La dosis recomendada es 6-8mg/kg de peso corporal (3 a 4.5
mg/lb), aunque 200 mg cuatro veces al día es una dosis mejor. Si
esta dosis tiene un efecto laxante, reduzca de a 200 mg hasta que
este efecto se detenga. Separe sus dosis de magnesio durante todo el
día, porque solamente una cierta cantidad puede ser absorbida de una
sola vez. A medida que corrija sus deficiencias, con el tiempo, es
posible que necesite menos suplementación - sus heces le dirán.
Algunas
formas de magnesio quelado son mejores que otras para ciertas
condiciones. El taurato de magnesio es mejor para enfermedades del
corazón. El taurato, glicinato y orotato de magnesio son mejores
para las personas que tienden a tener deposiciones líquidas[diarrea],
ya que tienen menos efectos laxantes. Magnesio malato es la mejor
forma de tratar la fatiga crónica, el dolor y el insomnio de la
fibromialgia.
El
magnesio se puede tomar con o sin comida, pero lo mejor es tomarlo
entre comidas, ya que requiere el ácido del estómago para ser
absorbido. La digestión después de una comida completa puede hacer
que el ácido del estómago esté menos disponible para la absorción
mineral. El magnesio es un mineral alcalino que puede actuar como un
antiácido, neutralizando el ácido del estómago necesario para la
digestión.
El
cloruro de magnesio puede ser utilizado para hacer aceite de magnesio
que puede ser absorbido fácilmente a través de la piel cuando se
rocía o se frota sobre el cuerpo. Aumenta la biodisponibilidad de
magnesio en el cuerpo y es la solución ideal para aquellas personas
que sufren de diarrea cuando tratan de tomar el suficiente magnesio
oral para satisfacer sus requerimientos. Algunos investigadores han
encontrado que el uso de aceite de magnesio en una concentración de
cloruro de magnesio del 25% restaura una deficiencia de magnesio en
cuestión de semanas que de otro modo requeriría meses o un año
para restaurar con la suplementación oral. Si usted pulveriza
aproximadamente 6 rociadas de aceite de magnesio para cada pierna y
brazo, está aplicando cerca de 400 mg de magnesio (una solución de
cloruro de magnesio 25-35% emite de 13 a 18 mg por rocio). Rociando
debajo de los brazos también funcionará como un desodorante muy
eficaz. Si se produce algún enrojecimiento o picazón, use un aceite
de magnesio más diluido.
Los
requisitos para una persona muy enferma son mucho mayores que para
una persona sana. En general, si usted toma un baño de magnesio del
cuerpo completo, pueden ser utilizadas dos onzas de cloruro de
magnesio. Algunas personas prefieren un baño de cloruro de magnesio
muy concentrado, con un máximo de ocho onzas de magnesio a la vez.
Baños de pies usan mucho menos agua, por lo que dos onzas producirá
una toma muy concentrada. Remoje el cuerpo o sólo los pies en una
solución caliente durante 20-30 minutos. Lo mejor es hacerlo todos
los días durante la primera semana, empezando desde las
concentraciones más bajas y aumentando paulatinamente. Luego
continue de 2-3 veces por semana durante 6-8 semanas o más.
El
sulfato de magnesio, también conocido como sales de Epsom, es otra
opción excelente a pesar de que se excreta rápidamente de los
riñones y es más difícil de asimilar. Los efectos de los baños
con sales de Epsom no duran para siempre, por lo que necesitará más
sulfato de magnesio que cloruro de magnesio en un baño para obtener
resultados similares.
Para
la persona promedio, las altas dosis de magnesio no tienen efectos
secundarios, salvo heces blandas. Sin embargo, la terapia de magnesio
está contraindicada para personas con insuficiencia renal, miastenia
gravis, ritmo cardíaco lento patológico y excesivo, y obstrucción
mecánica del intestino. En tales casos, se debe dar, al menos, bajo
la supervisión de un médico.
Las
personas a menudo encuentran alivio de sus síntomas cuando toman
magnesio, por lo que de inmediato se lo dicen a sus amigos y
familiares. Esta difusión de boca en boca de la información acerca
de este mineral milagroso realmente está causando una diferencia
respecto a la epidemia de deficiencia de magnesio, y espero que usted
se beneficie también.
Por:Gabriela
Segura, M.D.